El pasado 12 de mayo renové por 
tercera vez mis votos a Dios en nuestra Congregación, con la certeza de que Él me sigue llamando, sosteniendo y enviando.
El domingo 10 estuve de retiro, preparándome para este día. Como siempre, la oración y la experiencia de Dios vivo y presente me dejaron llena de gozo y buen sabor, con ilusión, gratitud y dispuesta a renovar.
El 12 en la tarde nos reunimos en nuestra casa del Juniorado, las hermanas de las dos comunidades de Bogotá. Nos acompañaron también tres jóvenes de la Parroquia San Anselmo, comunidad cristiana a la que pertenecemos. Celebró la Eucaristía el P. Mauro, Misionero Javeriano de Parma.
Fue una celebración muy bonita, cargada de detalles, gestos y la oración de tod@s.
Terminada la misa seguimos en ambiente de fiesta, compartiendo la mesa, los chistes, la risa, la alegría de estar juntos y de celebrar.
Agradezco a Dios primeramente ésta y todas las experiencias que me va haciendo vivir cada día, en la cotidianidad, donde se hace presente y me atrae de tantas maneras. Renuevo mi consagración a Él como respuesta y gratitud a tanto bien recibido, confiada en que acoge todo mi ser y es el primero en ser fiel.
Agradezco también la cercanía, oración y cariño de tantas hermanas que se han hecho presentes, junto a mi familia y amigos que me llevan y los llevo en el corazón y forman parte de mi consagración.
¡Gracias!
Para tod@s, mi abrazo y oración,
María Isabel García Valdueza.
Tejiendo esperanza y utopia 
Una gozada el compartir tu renovación de entrega!!! Saber que vives con tanta profundidad tu experiencia de la generosidad del amor de DIOS nos hace felices. UN ABRAZOOOOO